Fin vendimia 2021

Ayer cortamos la uva de El Robledillo, para nosotros una finca emblemática, única, especial, telúrica. Con ella siempre cerramos la vendimia, cada añada. Por alguna razón madura de manera más pausada, envera la última, camina calmada y sosegada, armónica y seductora hasta el momento de su aporte a bodega. Un aporte que se traduce en La Gesilla, un vino de corte tradicional, elaborado en tinajas recuperadas en nuestra finca, y que, desde esta añada, la 2021, lo elaboraremos en las tinajas que hemos enterrado en la parcela de El Robledillo, compartiendo espacio con la tinaja de MALANDRO.

Como decía, ponemos fin a una vendimia extenuante, gratificante, muy clarificadora; ha sido de esas vendimias que te muestran caminos, te despiertan ideas, te dan pistas, te aclaran conceptos y sobre todo te regala momentos únicos. 

También ha habido ratos de bajona, momentos muy críticos, de los que también hemos aprendido, y tardes interminables que se fundían con la noche e incluso con alguna madrugada en bodega.

Vendimia que empezamos el 10 de agosto, cortando aquellos primeros racimos de albillo real y que rematamos el 1 de octubre con los últimos granos de garnacha.

Queda un largo camino a la añada 2021; el otoño nos acompaña desde hace unos días. Pero por fin podemos decir que tenemos toda la uva bajo techo.

Seguimos caminando.